El testimonio de uno de los presos en Naco ayuda a entender qué pasó con David de los Santos
El haitiano se encontraba detenido en el cuartel el mismo día que ingresaron a David.
Santo Domingo, RD.- El expediente presentado por
el Ministerio Público, donde solicita medidas de coerción contra siete
implicados en la muerte del joven David de los Santos, tiene como base el
testimonio de un ciudadano haitiano que se encontraba detenido en el
destacamento.
Wistel Pieer, de nacionalidad haitiana y de 25 años
de edad, se encontraba detenido en el destacamento el mismo
día en el cual fue llevado y apresado David de los Santos y contó cómo
sucedieron los hechos.
Según su versión, tras él ser apresado por robar y vender un
taladro de la construcción en la cual trabajaba, fue llevado preso al
destacamento de Naco, donde fue introducido a una celda que compartió
con otros tres hombres.
Más tarde, llevaron a un “hombre fuerte”, haciendo
referencia a David de los Santos, quien en un principio describe como que “él
llegó bien, estaba tranquilo y sin esposas”, pero cuando lo iban a introducir a
la celda salió corriendo y tuvieron que volver a atraparlo.
“Los policías tuvieron que caerle atrás para agarrarlo y
cuando lo hicieron le pusieron las esposas para atrás y lo empujaron para
entrarlo a la celda”, describe Pieer.
Acción siguiente, describe que el “hombre fuerte” se pegó de
la pared y comenzó a hacer mucho ruido, generando la molestia de los
demás presos con los que compartía la celda, lo que provocó que los
policías del destacamento echaran gas pimienta por la ventada de la
celda.
Esta acción de los policías que, según Pieer, fue culpa de
David, generó malestar entre las otras personas de la celda, quienes
reaccionaron.
“Los presos le decían al hombre fuerte: ‘Diablo manito, nos involúcrate, por tu culpa, nosotros tabamo durmiendo tranquilos, por eso te
vamos a matar’ y en ese momento los tres presos que estaban en la celda
comenzaron a darle golpes al hombre fuerte, quien aún tenía las esposas puestas
atrás, le daban trompadas como boxeadores”, narró el hombre.
Después de varios golpes el hombre cayó al suelo, “ellos se
le subieron encima y hasta en la boca le entraron los pies”, describe Pieer,
quien describió a los otros presos como uno es calvo y el otro es
flaco”.
Momentos después indica que la policía escuchó el ruido y
fue a la celda a preguntar qué pasaba y “el preso calvo” dijo que no pasaba
nada, entonces los agentes no ingresaron a la celda, mientras David
estaba “botando sangre de la nariz y la boca”.
Al otro día, el 28 de abril, en la mañana,
indica que los policías entraron a la celda preguntaron qué había
pasado por el estado de David, quien estaba tirado en el piso temblando y
los presos dijeron que él “se había dado esos golpes con la pared”.
“Los presos calvo y el flaco me hicieron seña con el dedo en
la boca de que no hablara porque si lo hacía me iban a matar y por eso no dije
nada a los policías”, explicó Pieer.
Tras ver el estado, el haitiano dijo que los policías le
quitaron las esposas a David, lo bañaron y lo pusieron en una silla y después
de ahí no volvió a saber más nada de él.
LISTÍN DIARIO
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